(artículo original en el Blog de Jackeline)

Un aspecto poco práctico, pero indispensable al navegar en Internet, es la necesidad de crear contraseñas para registrarnos en cada uno de nuestros sitios de interés. Con mucha frecuencia, y casi siempre por desidia, usamos la misma contraseña en todos los sitios o inventamos algo fácil como "123456" o las letras de la primera línea del teclado, el famoso "qwerty". ¡Gran error!

El año pasado, sin ir más lejos, hubo un "incidente" de seguridad en un sitio llamado rockyou.com y se hicieron públicas las contraseñas de los 32, 000,000 de usuarios del sitio, mismas que fueron analizadas para conocer los hábitos en la elaboración de palabras de seguridad. Los resultados mostraron que 290,731 usuarios tenían la contraseña "123456", mientras que 13,856 tenían la contraseña "qwerty". Es ponérsela muy fácil a quien decida intentar romper la seguridad de nuestras cuentas, ¿no creen? Otras contraseñas ampliamente usadas fueron las siguientes:

Es decir, no es recomendable hacer contraseñas que contengan nuestro nombre, el de algún familiar o el de la mascota, de hecho es mejor que nuestras claves no contengan ninguna palabra que esté en un diccionario. Tampoco es aconsejable repetir dígitos o letras. Lo que sí debemos procurar es que tenga al menos 8 caracteres y una mezcla de números, mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales como #$%&/() *¨[.

Hay pequeños programas que circulan en la red para generar contraseñas aleatorias muy seguras, pero claro, el problema es recordarlas después... Una buena idea que sugieren muchos sitios es elaborar contraseñas a partir de una frase. Para poner en práctica este método mnemotécnico y ejercitar un poco nuestras neuronas podríamos usar frases de nuestras canciones favoritas. Por ejemplo, tomemos un fragmento de aquel lindo bolero «La flor de la canela»:

Jazmines en el pelo y rosas en la cara
Airosa caminaba la flor de la canela
Derramaba lisura y a su paso dejaba
Aromas de mistura que en el pecho llevaba

Tomemos las primeras dos líneas, y de ahí las primeras letras de cada una de las palabras, principales respetando la mayúscula inicial:

Jazmines pelo / rosas cara
Airosa caminaba / flor canela

Obtendríamos esto:

Jp/rc Ac/fc

Luego unimos estas dos secciones con un guión bajo y a cada sección le agregamos al final un número. Yo puse 1 y 2 respectivamente. Como hay muchas letras "c", la última la cambié por una "k" que respeta el sonido pero eleva la seguridad. La contraseña resultante es ésta:

Jp/rc1_Ac/fK2
Jazmines en el pelo y rosas en la cara/ Airosa caminaba la flor de la canela

Al introducirla en un medidor de seguridad como The password metter obtenemos un análisis favorable como éste:

Podríamos también probar con la letra de «El jinete» que tan bien interpretaba José Alfredo Jiménez:

La quería más que a su vida
y la perdió para siempre
por eso lleva una herida
por eso busca la muerte.

Aquí podemos tomar las últimas dos líneas:

por eso lleva una herida
por eso busca la muerte

Luego tomamos las primeras letras de cada palabra:

Pelluh_peblm

Resulta una contraseña todavía débil porque está casi toda en minúsculas, no tiene números ni caracteres especiales y hay repetición de letras. Entonces hacemos los siguientes cambios:

• Ponemos mayúsculas a los "por eso".
• La "doble ele" la cambiamos por una "y" que conserva el sonido.
• Podemos poner en mayúsculas la H de "herida", porque imaginaremos que es una herida grande.
• Lo mismo a la "M" de "muerte" porque lo consideraremos un nombre propio.
• Podemos agregar algunos signos de admiración que nos recordarán el sentimiento de esta historia y unimos con un guión bajo.
• Agregamos un número al final de cada frase

La contraseña resultante sería ésta:

PEyuH1!_PEblM2!
por eso lleva una herida / por eso busca la muerte

Al introducir esta contraseña en el medidor de seguridad obtenemos también una muy buena puntuación:

En fin, cada uno tendrá sus versos favoritos para realizar juegos mnemotécnicos, pero vale la pena invertir un poquito de ingenio y tiempo para proteger mejor nuestras cuentas y registros, sobre todo, si tomamos en cuenta que la seguridad de una contraseña como «123456» es la siguiente:

Actualización: Es interesante notar que en encuesta realizada en este mismo portal, se obtuvieron los siguientes resultados. Más de la mitad de los participantes no ha cambiado nunca las contraseñas de sus sitios.

Es decir, que como usuarios de Internet aún seguimos aprendiendo acerca de la nueva cultura digital que nos impone el ser usuarios de la red.

NOTA: También encontrarás un interesante artículo sobre contraseñas aquí.