Nuevamente estamos frente a un autor de libros de autoayuda que aprovecha la plataforma de Amazon para publicar sus textos. Y al igual que en el caso anterior (véase Memoriza como Sherlock Homes) no puede evitar la tentación de dedicar un libro a desvelar los «secretos» de una memoria prodigiosa que cambiará tu vida, te convertirá en alguien exitoso, más alto, más guapo, más rico... vamos, ¡mejor que si te tocase la lotería!

Lo siento, pido disculpas por el párrafo anterior. Ciertamente, descubrir las técnicas de memorización puede marcar un punto de inflexión, pero hasta el punto tan exagerado que presenta el autor se dará —si es que se da— una vez por millón.

Sin embargo, el hecho cierto es que no se trata de un mal libro, incluso habrá a quien le que le parezca un buen trabajo, aunque personalmente no me acaba de convencer. Por varias razones.

No es un libro muy elaborado, la impresión es que a partir de un esquema más bien básico el autor se ha puesto a escribir conforme se le iban ocurriendo las cosas tras tomar tres cafés antes de cada sesión de trabajo. A veces resulta un poco embarullado, desordenado; insiste en trivialidades y pasa de puntillas por asuntos que seguramente requiriesen más atención.

Es bastante superficial, no profundiza en los temas que trata y pasa por alto detalles que, si bien no son imprescindibles, sin duda completarían y otorgarían mucho más valor a las ideas que expone. También contiene algunas inexactitudes o errores, principalmente cuando habla de figuras de otras épocas; no se deben dar por ciertas todas sus afirmaciones.

Y está redactado con un estilo en las antípodas de la elegancia: esto es algo muy subjetivo, pero no me ha gustado leerlo —más allá del omnipresente y penoso tono milagrero de autoayuda—.

Vaya, como decía al principio, no parece un trabajo muy elaborado ni en forma ni en fondo; diríase que se ha escrito en apenas unas semanas.

Pero también hay cosas positivas.

Lo mejor, sin duda, son los numerosos test con los que el lector puede poner a prueba los conceptos que va aprendiendo. Y es que, por más que leamos, sin poner en práctica aquello que se lee el progreso es nulo.

También cabe señalar que, a pesar de no ser muy extenso, el libro cubre todas las técnicas básicas organizadas alrededor de los cinco capítulos. Y, aunque someramente a veces, también trata asuntos interesantes o curiosos como memorizar los nombres de rostros, cartas de la baraja, cuadros de números, el alfabeto morse, etc.

Y un detalle para finalizar: ¡el autor conoce esta web! No lo digo por algunas ideas que parecen salidas de aquí (también podría haber encontrado la inspiración en cualquier otra parte) sino porque algunas frases las ha tomado prestadas —vamos, están copiadas— del documento Breve historia de la mnemotecnia.

Enlace Amazon:
Máxima memoria