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Engrasar el carenado

CATEGORÍA:  Aventuras

ETIQUETAS:  capítulo 2carenadoengrasarextrañomecánicomotorecepcionistaridículo

 4 comentarios 3/5/2017

Engrasar el carenado

En mnemotecnia siempre se describe como un pilar básico de la memorización imaginar aquello a recordar en situaciones extrañas, sorprendentes, ridículas, etc. (véase La pastilla verde, capitulo 2, pág. 21).

Instintivamente, al leer esto muchas personas arquean la ceja, pensando: «¿Pero qué tontería es ésta?». Es cierto que a primera vista no parece una acción muy inteligente, pero tiene su razón de ser. Te lo demostraré con una anécdota.

La primera vez que llevé la moto al taller para una revisión, la chica de recepción terminaba de rellenar el informe cuando quise añadir que echaran un poco de grasa a la cadena. Pero se me cruzaron las neuronas y lo que vine a pedir fue:

—Por favor, que engrasen el carenado.

La chica levantó los ojos para mirarme detenidamente y, sin salir de su asombro, me preguntó:

—¿Engrasar el carenado?

Yo, sin percatarme del motivo de su extrañeza, insistí:

—Sí, engrasar el carenado, que no le vendrá mal.

El carenado, por si alguien no lo sabe, se trata de la cúpula y otros elementos que revisten el exterior de la moto, principalmente para proteger al piloto del viento y favorecer la aerodinámica. Vaya, nada que ver con la cadena ni con nada que se deba engrasar.

—Bueno, vale —respondió la recepcionista.

La anécdota del loco que quería engrasar el carenado debió recorrer por todo el taller y buena parte de la ciudad pues, cuando fui a recoger la moto, todos los mecánicos me miraban y sonreían.

Pero la cosa es que años después, con la cantidad de clientes habrían pasado por allí, aun se acordaban de mí y seguían riéndose con lo del carenado.

De la experiencia aprendí dos cosas:

Primera. Las situaciones ridículas, raras, extrañas, etc. realmente son muy buenas para la memoria; por más tiempo que transcurra, se recuerdan perfectamente.

Segunda. Cuando llego a un sitio y veo que se acuerdan de mí, me pongo en alerta: ¿qué burrada habré cometido esta vez?

COMENTARIOS

Moro
 6/4/2019

Buena anécdota, hay que saber sacar de cada situación, algo que nos beneficie en el futuro. Muy buen blog, apenas estoy empezando. Saludos.

Carlos
 6/5/2019

Muy buena anécdota. Lo he comprobado y no falla, para recordar nombres que es mi problema.

Kranstein
 15/1/2021

Jajaja vaya anecdota, bastante apropiada además

Esto me recuerda a los clasico "apodos"

Son más faciles de recordar que un nombre pues son divertidos

Eduardo
 14/2/2021

Me he reído mucho con la anécdota jajajajajja.

Probablemente yo tampoco olvide la siuación después de este artículo.

Buena manera de transmitir el conocimiento ;)

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